Rosalind Franklin (1920–1958) fue una química pionera y brillante conocida por sus importantes contribuciones al campo de la biología molecular. Su innovadora investigación sobre la estructura del ADN, ARN y virus sentó las bases para la comprensión moderna de las moléculas biológicas que rigen los procesos de la vida. También realizó investigaciones sobre el carbón y el grafito que revolucionaron varios campos industriales. A pesar de su trabajo, no fue galardonada con el Premio Nobel. Pero tres de sus colegas (hombres), que se beneficiaron de su investigación, sí lo fueron.
Rosalind Elsie Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres, Inglaterra. Fue la segunda de cinco hijos nacidos en una familia judía rica e influyente. Su padre, Elias A. Franklin, era un banquero, y su madre, Muriel Franklin, era ama de casa. Franklin fue una estudiante brillante desde temprana edad, destacándose en ciencia y matemáticas. Asistió a la Escuela de Niñas St. Paul's y luego estudió en el Newnham College de Cambridge, donde obtuvo un título en ciencias naturales. Su excelencia académica era evidente y completó un doctorado en química física en la Universidad de Cambridge en 1945.
Después de graduarse, se unió al Laboratoire Central des Services Chimiques de l'État en París, donde perfeccionó su experiencia en cristalografía de rayos X, una técnica crucial para comprender las estructuras moleculares. Su meticuloso trabajo condujo a una comprensión más profunda de las complejas estructuras del carbón y el grafito. Desarrolló nuevos métodos para clasificar los carbones y predecir su rendimiento. Su trabajo también ayudó a desarrollar nuevas tecnologías para utilizar el carbón de manera más eficiente, como, por ejemplo, la fabricación de mejores máscaras de gas utilizadas por los británicos en la Segunda Guerra Mundial.
Al convertirse en asociada de investigación en el King's College de Londres en 1951, Rosalind identificó varias características cruciales del ADN. Ella trabajó incansablemente en un ambiente hostil y sexista. Con la ayuda de un asistente, Raymond Gosling, produjo una fotografía, conocida como Foto 51, la imagen de rayos X más famosa del ADN, que proporcionó la primera evidencia clara de la estructura de doble hélice del ADN. Estos descubrimientos jugaron más tarde un papel fundamental en la representación precisa de la estructura del ADN, uno de los descubrimientos científicos más importantes de la historia humana.
Mientras Rosalind trabajaba en analizar los datos de la Foto 51, otros dos científicos, James Watson y Francis Crick, de Cambridge, también estaban trabajando en descifrar la estructura del ADN. Maurice Wilkins, uno de los científicos de King's College, les enseñó la Foto 51 sin el permiso de Rosalind. Wilkins y Rosalind habían chocado antes ya que él creía firmemente que ella había sido contratada para ser su asistente, mientras que ella creía que fue contratada para realizar su propia investigación. Tenían personalidades completamente opuestas. Rosalind era fuerte y debatidora. Wilkins era introvertido. Rosalind acabó aislada y despreciada por sus colegas masculinos, pero siguió trabajando.
Utilizando la fotografía de Franklin y datos adicionales a los que tuvieron acceso, nuevamente sin el conocimiento de Rosalind, Watson y Crick construyeron un modelo de la doble hélice del ADN. Los datos de Franklin fueron cruciales, pero Watson y Crick no la reconocieron cuando publicaron su modelo en 1953 en la revista Nature.
Rosalind también presentó su trabajo con las mismas conclusiones de Watson y Crick, sin saber que ellos se habían beneficiado de su trabajo. Sin embargo, el trabajo de ella se publicó después del de ellos en la revista y se tomó como una confirmación en lugar de ser reconocido como el trabajo original o una inspiración para sus conclusiones.
En 1962, Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Rosalind no lo hizo, ya que había muerto en 1958, y el Premio Nobel no se otorga póstumamente. Además, las contribuciones de Franklin no fueron plenamente reconocidas durante el anuncio del Premio Nobel.
Considerando el sexismo y la falta de apoyo en el King's College, Rosalind se trasladó al Birkbeck College en 1953, donde realizó, una vez más, un trabajo pionero, esta vez sobre las estructuras moleculares de los virus. Allí encontró un ambiente estimulante y acogedor.
Solo cinco años después, en 1958, Rosalind murió de cáncer de ovario a los 37 años. Fue galardonada póstumamente con la Medalla Real por la Royal Society en 1962.
El trabajo de Franklin ha tenido un profundo impacto en nuestra comprensión de la biología y la medicina. Su descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN ha llevado al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades como el cáncer y el VIH/SIDA. Se la considera una de las científicas más importantes del siglo XX. Su compañero de equipo Aaron Klug, de Birkbeck, continuó su investigación y ganó el Premio Nobel de Química en 1982.
En reconocimiento a sus innovadoras contribuciones, se han establecido premios, becas e instituciones en nombre de Rosalind Franklin, dedicados a apoyar a las mujeres en la ciencia y promover la igualdad en el campo. Su trabajo sigue siendo una inspiración para aquellos que buscan ampliar los límites de la comprensión científica y promover la igualdad de género en todas las áreas de la vida.
Fuentes
https://en.wikipedia.org/wiki/Rosalind_Franklin
https://ed.ted.com/lessons/rosalind-franklin-dna-s-unsung-hero-claudio-l-guerra